Inquieto y preocupado

Ando inquieto y preocupado. No es porque sea catalán, viva en Cataluña, hable y escriba en esa lengua, sea gay felizmente casado en espera de adoptar un varón venezolano, tenga unas reputadas bodegas en las que elaboro cava y esté a la expectativa de que la Administración me haga entrega de unos documentos que se incautaron a mis abuelos durante la contienda civil y que ahora están depositados en Salamanca. No es por eso. Lo mío va de humos. Fumo porros y resulta que un vecino mío, que me tiene ojeriza, se ha enterado y temo que me denuncie. Y es que, al igual que la Nación es indisoluble como el aceite en el agua, tal y como se establece en la Constitución española y cualquier contravención a dicho principio obligaría a la intervención de las fuerzas armadas en pro de salvaguardar la unidad patria, fumar substancias ilegales violenta no se cuántos principios constitucionales que llevan aparejadas tantas condenas a muerte como preceptos constitucionales quebrantados. Y, la verdad, me gustaría hacer el tránsito al otro barrio ‘aspirando desmesuradamente’ el humo caliente de mis porros y no por una ‘indigestión masiva’ de frío plomo.
El, hasta ahora, teniente general José Mena Aguado, jefe de la fuerza terrestre del ejército español, también anda “inquieto y preocupado”. Pobrecito. Casi me pongo a llorar (de terror) cuando leí parte del discurso que pronunció por la celebración de la Pascua militar del día 6 de enero, ante el actual rey de España y la cúpula militar en pleno.
“La preocupación por la unidad de España se ha desatado con la presentación del proyecto del «Estatuto de Cataluña».
La historia se repite. Basta leer los discursos de los Diputados Companys, Ortega y Gasset y Azaña cuando en mayo de 1932 las Cortes españolas debatieron el Estatuto de Cataluña. Curiosamente, el entonces Diputado Azaña, que fue un firme defensor del Estatuto de Cataluña cambió radicalmente su visión del Estado y su actitud cuando alcanzó la Presidencia de la República, propugnando un Estado Regional, antecedente del actual Estado de las Autonomías.
En todas mis visitas a las Unidades he aprovechado los encuentros con Cuadros de Mando y Tropa, para transmitirles un mensaje de tranquilidad, no exenta de inquietante preocupación.
Siempre he recalcado que los militares no debemos entrar en disquisiciones políticas que, lógicamente corresponden a los políticos. Ahora bien, es nuestra obligación alertar de las graves consecuencias que podría conllevar la aprobación del Estatuto de Cataluña, en los términos en que está planteado, tanto para las Fuerzas Armadas, (como institución), como para las personas que las integran, en tres aspectos verdaderamente preocupantes para nosotros.
El primero es el concepto de nación, en el que no voy a entrar porque el artículo 2 de la Constitución Española lo expresa clara y rotundamente: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas».
El segundo es el de la lengua. El hecho de que en una Autonomía sea exigible el conocimiento de su lengua particular es una aspiración desmesurada que obligaría en las Fuerzas Armadas a regular los destinos a esa Autonomía de la misma forma que actualmente se regulan los destinos en el extranjero. Es decir, que los destinos a Cataluña, País Vasco y Galicia estarían supeditados a la voluntariedad de los militares que quisiesen acreditar el conocimiento de la lengua que fuese exigible en cada Comunidad.
El tercero está relacionado con la justicia. Las Fuerzas Armadas están desplegadas en todo el territorio nacional. La actual independencia de los Tribunales de Justicia de las Autonomías crea graves problemas en las Fuerzas Armadas al producir sentencias dispares para hechos similares que, (sin estar incursos en el ámbito estrictamente castrense, cuyo tratamiento corresponde a la jurisdicción militar, según el artículo 117, apartado 5 de nuestra Constitución), afectan al régimen interior de las Bases, Acuartelamientos o Establecimientos militares y a las expectativas profesionales de cada uno de los componentes de las Fuerzas Armadas. Este problema se agravaría mucho más con la aparición de poderes judiciales autonómicos, independientes del Estado.
Afortunadamente, la Constitución marca una serie de límites infranqueables para cualquier Estatuto de Autonomía. De ahí mi mensaje de tranquilidad. Pero, si esos límites fuesen sobrepasados, lo cual en estos momentos afortunadamente parece impensable, sería de aplicación el articulo 8º de la Constitución: «Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército de Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad y el ordenamiento constitucional».
No olvidemos que hemos jurado, (o prometido), guardar y hacer guardar la Constitución. Y para nosotros, los militares, todo juramento o promesa constituye una cuestión de honor”
¡¡¡¡ HORRRRRRRRRRRROOOOOOOOOOOORRRRRRRRRR !!!!
12 comentarios
Para goldhans arreglador 'mamporrero' -
goldhands -
Traelos a mi casa que te los guardo!
Para monocamy pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor -
Para unjubilado escribiendo sin dobleces ni cloro -
P.S. Tranquilo. El viaje corre de mi cuenta. Vendré andando
monocamy -
Adiós, mi general, adiós...
xDDD
unjubilado -
Un saludo
Para cielodescubierto, triplicándose -
Para Meditaciones enfadada, cabreada y enojada -
Ahora qué ocurre. Pues que hay un gobierno débil y que no sabe a dónde va que, con su apoyo a ERC, le está costando una sangría de votos en toda España. Necesita imperiosamente hechos como éste para, por un lado, 'advertir' a los catalanes y, por otro lado, contentar a su 'público' diciéndoles que 'no todo vale en el estatut'. Es el teatrillo de la política y los políticos.
Un último apunte sobre el castrense castrado profesionalmente. El ínclito individuo se iba a jubilar en dos meses, más o menos. Quiere ello decir que con su arenga y aunque lo cesen, no pierde ni uno solo de sus derechos pasivos (jubilación)... Las conclusiones que de todo ello se puedan sacar, las dejo a vuestra imaginación. Otro saludo para tí.
cielodescubierto -
Cielodescubierto -
Un beso sin nada de inquieto y todo de reposado. ;)
cielodescubierto -
Un beso nada inquieto. ;)
Meditaciones -
Las declaraciones del ya ex teniente general Mena están fuera de contexto, eso creo que nos ha quedado claro al resto de los españoles, y no sólo fuera de contexto sino que además demuestran una absurda coherencia.
Según el militar, el Ejército deberá actuar si el Estatut se aprueba excediendo los límites de la Constitución. De lo que no se da cuenta ese señor es que esa hipótesis es simplemente imposible. La Constitución y el Estatut son instrumentos de la propia democracia y de ninguna manera se puede aprobar en una democracia una ley que al mismo tiempo violentara la propia ley.
Saludos.